La economía dolarizada de Argentina y la cotización del dólar, que supera los 6 reales, han transformado este verano en uno de los más concurridos por turistas argentinos en Florianópolis. Canasvieiras, al norte de la isla, se convirtió en un punto de encuentro de estos visitantes, quienes, entre mates y camisetas de Lionel Messi, aportan un toque único a las playas brasileñas. La gastronomía local, además, se mezcla con sabores tradicionales como el choripán y las empanadas, reflejo de la fuerte presencia del país vecino.
El atractivo de Florianópolis para los argentinos no es nuevo. Desde los años 80, esta ciudad se ha consolidado como un destino recurrente gracias a sus playas de aguas cálidas y cristalinas, un paisaje que contrasta con las costas argentinas. Sin embargo, este año, la ventaja cambiaria ha sido determinante. Además de la mejora en el tipo de cambio, la eliminación de tasas sobre tarjetas de crédito utilizadas en el extranjero ha facilitado considerablemente el acceso a los servicios turísticos.
La Secretaría de Turismo local estima un incremento del 15% en la afluencia de argentinos esta temporada, destacándose como el grupo internacional más numeroso. Según la Agencia Brasileña de Promoción Internacional del Turismo, ninguna otra ciudad del país recibe tantos turistas de este origen. Esto se refleja también en la ocupación hotelera, que supera el 90% en las playas de la región, y en el movimiento del aeropuerto internacional, que registra un crecimiento del 44% respecto al año anterior.
La expansión del turismo no solo beneficia a Florianópolis en términos económicos, sino también culturales, al incorporar trabajadores como recreadores hispanohablantes y atraer visitantes chilenos, quienes ya representan un porcentaje significativo de los huéspedes. Así, el intercambio entre países vecinos fortalece el vínculo regional, impulsado por factores económicos y la calidez de este destino insular.


