Jessica Acuña, referente del servicio de hemoterapia del hospital Julio C. Perrando recibió la donación de los integrantes de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos días que ayudará a que los donantes que se acerquen al servicio cuenten con mayor comodidad al momento de la espera o posterior a la acción de donar.
Desde la iglesia, Silvina Salinas explicó que son acciones que se generan en forma permanente por la institución y que benefician a diferentes organismos o sectores que les hacen llegar la inquietud.
“Es una donación que la iglesia hace como segunda oportunidad que se le dan a muebles que aún tienen vida útil. Esta donación le daría mayor comodidad a los que vienen a donar, nuestros aportes se basan en las necesidades que conoce la iglesia a través de los pedidos”, comentó Salinas.
La Iglesia trabaja con la comunidad en diferentes gestos, incluso acercando ayuda a escuelas e instituciones de la sociedad que puedan ser beneficiadas con estos elementos.
Pablo Treppo explicó que “todos los años los integrantes de la iglesia son donantes de sangre voluntarios”.
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días habitualmente realiza campañas de donación de sangre en sus instalaciones con el aporte de las áreas que deben ocuparse de la seguridad y la logística para estos operativos, las convocatorias se hacen no solo a integrantes de la comunidad de fe sino a toda la sociedad.
El compromiso que demuestran y el trabajo social que impulsan los convierte en una organización destacada por su visión en el cuidado de los detalles al momento de consensuar acciones de estas características.
El Hospital Perrando cuenta con un servicio de hemoterapìa que trabaja durante todo el día recepcionando donantes que en forma voluntaria o por la necesidad de un familiar, amigo o conocido asisten a realizar el aporte del elemento vital (sangre) y tras la intervención los donantes necesitan contar con cierta comodidad, lo que se pudo ver desde quienes trabajan en esa área y desde la misma iglesia.
Se recibieron sillones que la iglesia debía cambiar en su institución y que tuvieron un destino absolutamente solidario y de una utilidad que se hará notar en hemoterapia.
Jessica Acuña, en representación del servicio, agradeció la posibilidad de acceder a este aporte ya que mejora el confort de los donantes que deben tener una espera y ésta espera debe ser lo más cómoda posible, lo que también va a ayudar a que el donante vuelva a elegir donar.


