«Me decían que iban a cortarle un dedo a mi hijo», contó la víctima de un secuestro virtual

«Me decían que iban a cortarle un dedo a mi hijo», contó la víctima de un secuestro virtual

Mabel a través de este cruel ardid sufrió el despojo de todos los ahorros de su vida.

“Me siento desprotegida y triste”, así comenzó a relatar Mabel su traumática experiencia con el engaño de delincuentes que se apoderaron de sus ahorros de toda una vida, en Bahía Blanca.

La mujer de 80 años cayó en las garras de extorsionadores que simularon el secuestro de un familiar muy cercano para sustraerle alrededor de 200 mil pesos y 2.700 dólares – colocados en una bolsa – de la puerta del domicilio de calle Héroes de Malvinas al 600 donde reside la jubilada.

“Me llamaba supuestamente mi hijo, la voz era la de él en la desesperación, donde me decía que tenía que entregar todo el dinero que tuviera, que estaba con todo el labio roto. Otro le decía ‘le vamos a cortar un dedo sino entregás la plata’. Yo por ahí lloré, otro decía ‘no se ponga mal, no somos malos, tome un vaso de agua y no use el teléfono’”, describió.

La adulta mayor explicó que los desconocidos les solicitaban una suma cercana a los 30 mil dólares, un monto imposible para su economía. En el fragor de los nervios, optó por entregar todo lo que tenía.

Según Mabel, luego de pactar la entrega en un sector próximo a su propiedad, por calle Chacabuco se apersonó una persona de contextura mediana y de tez morena. Se encontraba vestida con una bermuda y un gorro de tipo piluso.

El desconocido tomó la bolsa con el efectivo sobre el cordón de la vereda y se retiró a pie con rumbo desconocido.

“Recién estuve con una señora del barrio y me dijo que han logrado con las cámaras ver el auto que lo estaba esperando y que había dado dos vueltas, dándome tiempo a mí para sacar el paquete con dinero”.

Todavía consternada, la víctima insistió en el tono de una de las voces “muy parecido” al de su hijo. También hizo referencia a que disponía “de mucha información” sobre algunos de sus movimientos.


“Veo difícil recuperar algo porque me parece que la plata se tira, se gasta, había dólares y pesos, pero el intento está y por lo menos hacer saber a la comunidad que estamos todos en la misma. Yo no tengo auto, no ostento nada, no tengo vacaciones, soy pensionada con los mínimos haberes”, aseveró.

Por último, Mabel reconoció que su cabeza “todavía no para” y en cuanto puede, se le vienen imágenes de lo vivido.

“Una nieta me dijo ‘abuela no revivas la escena porque no vas a ganar nada, te hacés daño y no va a cambiar la situación’”.

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