Manuel Belgrano, no sólo creó un pabellón nacional. Sin embargo no tiene una fecha en el calendario oficial de feriados, más allá del Día de la Bandera.
El 20 de junio se conmemora en Argentina el Paso a la Inmortalidad del General Manuel Belgrano, indican diferentes referencias a la jornada en la que se recuerda al creador de la bandera nacional. El prócer, que dejó todo por su sueño de una patria más amplia que la actual, ¿no debería tener su día en el calendario oficial?
En esa fecha, es cuando se recuerda a quien dejó todo por un país, seguramente distinto al actual, pero es el «Día de la Bandera». «Para todos es el Día de la Bandera, pero en realidad se lo hizo coincidir con el paso a la inmortalidad de Manuel Belgrano», explicó a RePerfilAr, el historiador, Eduardo Lazzari.
Diferenció la fecha de la muerte del prócer del día en que se utilizó por primera vez el pabellón nacional. «Para todos es el Día de la Bandera, pero en realidad se lo hizo coincidir con el paso a la inmortalidad de Manuel Belgrano», explicó a dicho medio.
Y agregó que de esta forma no se reivindica la figura de Belgrano que fue «el gran genio intelectual de la revolución, que fue el genio político de la independencia, que fue el gran militar que tomó las misiones más difíciles».
La fecha en que se enarboló la bandera
En realidad, la bandera creada por Belgrano, se enarboló por primera ocasión el 27 de febrero de 1812. Por consiguiente, especialistas en historia, sostienen que en esa fecha debería recordarse la bandera nacional.
Fue en Rosario, cuando desobedeciendo una orden del Triunvirato, hizo que se elevara un estandarte para que las tropas se identificaran. Fue junto a los soldados de las baterías Libertad e Independencia. Belgrano estaba al mando del Ejército del Norte.
No sólo la bandera
La otra historia ha condenado a Manuel Belgrano a no ser. Belgrano no tiene día en el calendario oficial. El día de su muerte es el día de la bandera, señala en su sitio El Historiador, Felipe Pigna. Remarca, además, que eso no es casual. Manuel Belgrano, uno de los más notables economistas argentinos, precursor del periodismo nacional, impulsor de la educación popular, la industria nacional y la justicia social entre otras muchas cosas, ha sido condenado a convertirse en una especie de sastrecillo valiente, agrega Pigna.
Y prosigue: La operación es simple. Se trata claramente de un ideólogo de la subversión americana y no conviene que desde la más tierna infancia, los niños aprendan a honrar la memoria de pensadores, innovadores y revolucionarios, portadores, como en este caso, de una coherencia meridiana entre sus dichos y sus hechos.


