El ataque al repartidor Nicolás Rodríguez, ocurrido el domingo por la noche en Barranqueras, suma un nuevo hallazgo. La Policía del Chaco confirmó que el arma utilizada por los delincuentes pertenece a un agente de la fuerza de Corrientes y había sido denunciada como robada en agosto de este año en Resistencia. Se trata de una pistola calibre 9 mm, considerada de uso militar y de alta letalidad.
Los dos presuntos autores del ataque fueron detenidos en las primeras horas del lunes tras un operativo que incluyó el análisis de cámaras de seguridad. J.L.P., de 33 años, y E.L.L., de 19, enfrentan cargos graves, entre ellos “homicidio en grado de tentativa en ocasión de robo”. Según el jefe de Investigaciones Complejas, uno de ellos tiene antecedentes por hechos violentos con armas de fuego.
Rodríguez, de 27 años, continúa internado en el Hospital Perrando en estado crítico, conectado a un respirador mecánico y con pronóstico reservado. El disparo que recibió por la espalda comprometió sus pulmones y columna vertebral. A pesar de la gravedad de las lesiones, sus familiares y médicos mantienen la esperanza de una recuperación progresiva.
El arma, cuyo origen ya fue identificado, pertenece a un policía correntino con domicilio en Resistencia. Según las autoridades, había sido robada el 22 de agosto durante un ingreso ilegal a su vivienda. Este dato ha despertado preocupación sobre la circulación de armas oficiales en manos delictivas y el riesgo que representan en la comunidad.
Además del arma, los efectivos policiales lograron recuperar la motocicleta robada y otras evidencias, como la caja de delivery y prendas de vestir que los atacantes habrían usado durante el hecho. La caja térmica de trabajo del joven fue encontrada abandonada en un descampado, mientras que su campera ensangrentada fue incautada en el hospital.
