Doce personas fueron detenidas por una red de trata que explotaba latinoamericanas en Francia

Doce personas fueron detenidas en Francia, España y Colombia en un operativo simultáneo en los tres países que desmanteló una red de trata que explotaba al menos a medio centenar de mujeres latinoamericanas en ciudades francesas, informaron hoy fuentes policiales locales.
Las víctimas, de entre 20 y 40 años, eran «principalmente colombianas y venezolanas, pero también de Perú y de Paraguay», explicó la comisaria Elvire Arrighi, jefa de la Oficina Central para la Represión de la Trata de Seres Humanos (Ocrteh) en Francia.
La red, cuya organización era piramidal, la dirigía desde Colombia una pareja formada por un colombiano y una venezolana, que reclutaba a las víctimas con «promesas de un futuro mejor» en Europa y cobraba los beneficios, que alcanzaban hasta 30 millones de euros anuales.
«Se explotaba (a las mujeres) de una manera absolutamente industrial en Francia», dijo Arrighi a la agencia AFP.
Durante el operativo policial, que se realizó el martes de manera simultánea en los tres países, se arrestó a la pareja en Colombia, seis personas más en España y cuatro en Francia, según fuente policial local.
Los detenidos en Francia, en la localidad de Saint-Louis, son de nacionalidad española o colombiana, indicaron.
El caso comenzó hace dos años, tras la denuncia interpuesta por dos mujeres en Burdeos, al suroeste de Francia, y a partir de septiembre de 2021 la justicia francesa abrió una investigación «por proxenetismo, trata de seres humanos agravada, blanqueo en banda organizada y asociación de malhechores», indicó a la agencia de noticias AFP una fuente judicial.
Los investigadores consideraron que la red recaudó «como mínimo» cinco millones de euros, equivalente a 5,3 millones de dólares anuales con la explotación sexual de las víctimas, aunque «las estimaciones pueden elevarse hasta los 20 a 30 millones de euros».
Al respecto, Arrighi aseguró que el dinero que recibían las mujeres era un monto «que podían difícilmente ganar en sus países de origen», y la necesidad de «enviar dinero a sus familias» hacían que permanecieran «bajo la influencia de esta red».
Por último, destacó la «cooperación internacional inédita» entre Francia, Colombia y España, que demuestra que «ante un crimen organizado sin fronteras, las fuerzas policiales pueden aliarse, incluso más allá de los océanos».